viernes, septiembre 17, 2004

I'm going down to South Park...

El evento más relevante del día de hoy será, sin ninguna duda y sin posibilidad de que ningún otro le haga sombra, cuando esta noche el reloj marque las 23:00 hs y me disponga a ver el último día de la maratón de 100 capítulos de South Park.

Que gran, gran programa.

Humor extremadamente ácido, personajes únicos, diálogos perfectos y finales de episodios inigualables hacen que South Park sea junto con los Simpsons y Evangelion, una de las 3 mejores cosas jamás animadas.

La publicidad del hombre de Alabama, la orden de los caballeros del lenguaje moderado, la premiación al mierda más grande del universo, los tampax de pelo cherokee... cada capítulo nuevo que me siento [o acuesto por lo general] a ver me garantiza, desde antes de empezar, que me va a sorprender con una genialidad y me va a hacer reír.

Programas como éste me hacen dudar sobre si no estaré equivocado, y si en realidad la tele no tendrá cosas buenas que merecen ser vistas...
Y no, lamentablemente el 99% de la televisión está invadida con lo peor, pero a veces, surgen maravillas como ésta, que casi justifican que la caja boba sea el medio de comunicación más difundido del planeta.

En fin, hoy se terminará un hermoso ciclo que en casi 2 meses de duración, llenó de magia mis noches a la vuelta de mi horrible horrible facultad, y me dejará hambriento de más aventuras de Stan, Kyle, Eric y Kenny, hambre que sólo podré saciar los domingos a la noche, cuando llegue el ansiado estreno semanal de la nueva temporada.
Y ahí estaré fiel, justificando los sueldos de los maquiavélicos creativos publicitarios que idearon esta maratón para tenernos sedientos de genialidad...