Blast from the past
Cuando estaba empezando la primaria, me acuerdo que veía todos los días el programa de Flavia Palmiero, el cual constantemente estaba editando algún disco con las canciones que cantaban en él. Y obviamente, en cada corte comercial aprovechaban para tratar de penetrar nuestras inocentes mentes con vil manipulación publicitaria para hacernos comprar esos discos. "En discos, cassettes y compact discs", me acuerdo que rezaba la publicidad. Todas las propagandas de discos de la época recitaban la misma frase al final. Los discos todavía se editaban en vinilos, y de hecho, al menos en la pequeña ciudad bonaerense donde yo vivía, muy poca gente había tenido oportunidad de tener enfrente suyo una lectora de CD.
En esa misma época, me acuerdo que mi familia tenía una computadora que por aquella época era una maravilla tecnológica: una XT con un monitor monocromático en tonalidad ámbar. xD
Varios años más tarde, si mal no recuero fue cuando estaba en cuarto grado, apareció un invento que revolucionaría para siempre la forma de borrar: el liquid paper.
Y pensar que nací en una época en que la no existía forma alguna de eliminar algo escrito en lapicera... Salvo haciendo la neanderthaleada de tachar, claro.
Sin embargo, en medio de todos los adelantos tecnológicos que surgieron con la llegada de la década del '90, creo que la diferencia más significativa entre el estilo de vida anterior y posterior a 1989, el que verdaderamente marcó un cambio y un progreso notables, no fue tecnológico sino estético, y fue cuando la gente tomó consciencia de lo estúpidos que se veían usando hombreras.
O sea... Dios mío... ¿en qué estaban pensando?